La nueva Directiva de emisiones industriales es ya una realidad

El 8 de noviembre de 2010 el Consejo ha dado su visto bueno la nueva normativa que reducirá las emisiones industriales procedentes de las grandes instalaciones de combustión. Esta nueva normativa, que suma a los esfuerzos de la Unión por controlar la contaminación industrial, contribuirá también a reforzar la protección de los ciudadanos contra estas emisiones y reducirá la contaminación atmosférica y otras formas de contaminación ambiental.

Pese a la significativa reducción de emisiones que se ha logrado en las dos últimas décadas, las instalaciones de combustión de combustibles fósiles utilizadas en el sector de la energía siguen siendo una fuente importante de contaminantes atmosféricos. La Directiva de reducción de emisiones industriales propuesta por la Comisión en diciembre de 2007, impone ahora a las grandes instalaciones de toda la UE unos límites de emisión más estrictos para garantizar que en ellas se apliquen las Mejores Técnicas Disponibles (MTD).

Los beneficios que se esperan de esa reducción de emisiones se sitúan entre los 7.000 y los 28.000 millones de euros anuales. A estos beneficios que impulsan de forma general las actuaciones de la Comisión en materia de prevención y control de emisiones industriales hay que sumar la reducción de costes resultantes de la simplificación administrativa, que supondrá un ahorro anual de 32 millones de euros.

Por otra parte, el impulso dado al papel de las MTD pretende enviar un mensaje a la industria para que se esfuerce por aplicar soluciones innovadoras con las que alcanzar  con el menor coste el alto nivel de rendimiento ambiental que se describe en las Conclusiones sobre esas técnicas. La Directiva, además, requiere que los Estados miembros promuevan activamente las técnicas emergentes, impeliendo así un círculo virtuoso de mejoras permanentes en el rendimiento medioambiental de la industria europea.

La nueva Directiva, que refunde siete disposiciones anteriores, establece una serie de mecanismos  más eficaces para que los Estados miembros puedan controlar e imponer el cumplimiento de la nueva normativa. Se han reforzado así notablemente las disposiciones relativas al seguimiento y comunicación de las emisiones y a las inspecciones medioambientales y se ha mejorado el acceso del público a la información sobre emisiones industriales, a la cual era posible ya acceder a través del registro de emisiones y transferencias de contaminantes (E-PRTR) puesto en marcha por la Comisión y la Agencia Europea de Medio Ambiente en noviembre de 2009.
Aplicación de las Mejores Técnicas Disponibles (MTD)

Parte fundamental de la nueva Directiva es el fortalecimiento de la aplicación de las mejores técnicas disponibles (MTD), lo que convierte a las Conclusiones sobre esas técnicas en punto de referencia de los procedimientos de concesión de permisos. La propuesta revisa así los límites de emisión mínimos que se aplican en la UE a las grandes instalaciones de combustión con el fin de que se ajusten a las MTD.

Los nuevos requisitos deberán garantizar que los operadores de las instalaciones industriales apliquen las MTD de modo más uniforme y que con ello se logre una mayor igualdad de condiciones para el conjunto de la industria.

Una vez que la Directiva entre en vigor, los Estados miembros dispondrán de dos años para incorporarla a su legislación nacional. En este sentido, la Comisión trabajará activamente con los Estados miembros para tratar de reducir en ellos la carga administrativa que supondrá la aplicación de la Directiva en los próximos años.

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