Las nubes no podrán continuar enfriando la Tierra

A una escala global, las nubes influyen en el clima a través de vías que enfrían el planeta, sin embargo, esta capacidad de enfriamiento se irá perdiendo a medida que avance el calentamiento climático, según un estudio de la Universidad de Texas A&M en College Station (Estados Unidos) que se publica en la revista ‘Science’. El estudio apoya las ideas actuales sobre cómo el dióxido de carbono atmosférico afecta a la temperatura global.

Las nubes pueden tener efectos de retroalimentación positivos y negativos sobre el clima y esto da lugar a gran parte de la incertidumbre sobre la cantidad de calentamiento que se producirá debido al aumento de las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera.

La comunidad científica está de acuerdo en que de forma global, esta retroalimentación es positiva y que el calentamiento aumenta cuando las nubes atrapan mayores cantidades de radiación infrarroja pero hasta el momento sólo se tiene una idea general sobre este efecto.

Los científicos, dirigidos por Andrew Dessler, han estimado la magnitud actual de este efecto de retroalimentación al analizar diez años de datos de satélite sobre el flujo de radiación a través de las capas superiores de la atmósfera. Dessler concluye que el efecto de retroalimentación en efecto es positivo y de un valor que concuerda con el rango de las estimaciones existentes sobre cuánto calentamiento se produciría si se doblara el dióxido de carbono atmosférico.

Fuente: ECOticias.com

Cambio climático y su influencia en la calidad de los alimentos

El cambio climático es un hecho admitido por casi toda la comunidad científica y son pocas las voces que ponen en duda esta afirmación. Casi todas las noticias que hacen referencia a este cambio y su relación con la alimentación se centran en el estrecho vínculo que relaciona el clima con la producción de alimentos, sobre todo agricultura y ganadería. Estas informaciones resaltan cómo repercute de forma negativa en la producción alimentaria y crea sequías e inundaciones y pérdidas de cosechas, con la consecuente destrucción de la forma tradicional de producción primaria en muchas zonas que, en definitiva, comprometen el acceso a los alimentos a gran parte de la población, en especial, en países en desarrollo. Pero son pocos los estudios que han evaluado cómo repercute este cambio climático en la seguridad de los alimentos, entendida como la buena calidad e inocuidad.

Uno de los trabajos realizados en este campo pertenece al ámbito del Reino Unido, aunque los resultados y conclusiones son extrapolables a los demás países de Europa. El trabajo pretende, además de identificar el impacto que el cambio climático puede tener sobre la seguridad alimentaria e informar sobre ello, evaluar posibles maneras de adaptación a estas nuevas circunstancias con el fin de minimizar los riesgos. El cambio climático puede provocar incrementos en la contaminación, tanto química como microbiológica de los alimentos, debido a las variaciones en los patrones de producción agrícola, la intensificación de la agricultura y las alteraciones en las vías de transporte.

Mitigar riesgos alimentarios

A menudo, los alimentos proceden de zonas ajenas a los límites de la Unión Europea, donde el impacto del cambio climático es más relevante. Sin embargo, estos países deben ser capaces de producir alimentos dentro de las normas de seguridad alimentaria europea y éstas deben exigirse por los importadores. Esto pone de relieve la importancia de herramientas como el sistema APPCC (Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico) para identificar en etapas tempranas riesgos dentro de la cadena alimentaria, que pueden ocurrir por el cambio climático. Estas zonas podrían localizarse por el desarrollo de un claro proceso de intensificación agrícola, inundaciones cíclicas o nuevas incorporaciones a la producción de alimentos.

Resulta imprescindible desarrollar técnicas de evaluación del riesgo para poder identificar áreas de focalización de peligros alimentarios, así como posibles técnicas de mitigación de los mismos. Algunas de las conclusiones del estudio británico se derivan del hecho de que el aumento progresivo de las temperaturas podría provocar un incremento en el número de microorganismos patógenos y de micotoxinas en toda la cadena alimentaria, desde la producción hasta el consumo. Tanto el procesamiento como el transporte y almacenamiento de los alimentos pueden incrementar los riesgos, pero hay poca información sobre cómo estos se alteran con el cambio climático. Por otra parte, este aumento de temperaturas puede provocar que microorganismos y enfermedades de origen alimentario propias de otras latitudes más cálidas se desarrollen en nuestro entorno.

Otro punto destacable es que las cada vez más frecuentes, largas y severas épocas de sequía, consecuencia del calentamiento global, provocarán una mayor necesidad de agua de riego que hará que el riesgo de microorganismos patógenos sea más elevado. Por otro lado, las previsibles inundaciones son uno de los mecanismos para el transporte de agentes patógenos y sustancias químicas en suelo agrícola que puede aumentar.

Patógenos y vigilancia epidemiológica

Los patógenos más beneficiados por el cambio climático y que más preocupan son los de dosis infectivas bajas, como protozoos parásitos o bacterias como Shigella, y los de mayor persistencia ambiental, como los virus gastrointestinales. También favorece el crecimiento de patógenos con gran tolerancia térmica y condiciones extremas de pH, mientras otros, como Salmonella y E. coli enterohemorrágica, aumentan su competitividad. Además, se prevé una probable alteración del uso de plaguicidas y medicamentos veterinarios. La mayor utilización de medicamentos veterinarios puede aumentar la prevalencia de patógenos resistentes a los antibióticos.

Por último, el estudio pone de relieve la importancia de los equipos de vigilancia epidemiológica, cuya labor será cada vez más importante. Además, es fundamental desarrollar métodos de detección rápida de patógenos y productos químicos en los alimentos y en los seres humanos y para comunicar con rapidez a los organismos reguladores para que estos realicen, en poco tiempo, las oportunas recomendaciones y acciones. Algunos agentes patógenos se transfieren de los animales a los seres humanos, por lo que el seguimiento de la salud animal puede permitir detectar las amenazas antes de que la infección humana se produzca. Ya que es un problema global, resulta lógico pensar que los países deberían adoptar todas las acciones y medidas posibles.

Fuente: Ecoticias

Un tipo de archivo que no permite la impresión para salvar árboles

Cerca de 13 millones de hectáreas de bosque desaparecen cada año. Por ello la organización ecologista WWF ha lanzado un tipo de archivo PDF llamada ‘archivo verde’, que no permite imprimir el documento para así poder “detener la impresión innecesaria y fomentar una nueva conciencia sobre el uso de papel”.

Esta iniciativa de la organización, en colaboración con la agencia de publicidad Jung von Matt, guarda los correos electrónicos, documentos, sitios web, currículums, incluso libros en el formato WWF. Con este software, según informa WWF, el usuario puede crear fácilmente sus propios documentos y, a la hora de imprimir, la opción “Guardar como WWF” aparecerá en el menú de impresión como una alternativa a las impresoras instaladas.

Además, en la versión para Mac, el usuario puede convertir todos aquellos archivos que tenga en su escritorio a este formato gracias a un convertidor WWF. Al final de cada documento, se explica el propósito de esta iniciativa a los usuarios, función que puede ser desactivada. Esta versión está disponible en alemán, inglés, español y francés.

“Decide por ti mismo cuáles de tus documentos no necesitan ser impresos y guardarlos como WWF”, promueve la organización.

Según WWF, todos los días, bosques enteros son talados para hacer papel. Cada minuto, los hábitats importantes para las plantas y animales, como los orangutanes o los elefantes, se talan. Cada árbol que es cortado significa que otra capa de protección del medio ambiente se ha perdido. Por ello, y para que este proyecto tenga éxito, “es necesario extender el uso del formato. Juntos, podemos lograr grandes cosas y crear una nueva conciencia sobre el uso del papel”, aseguran.

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Efecto Invernadero

Nuestra atmósfera se compone de una cantidad de gases, los de mas abundancia son el oxigeno necesario para respirar y el nitrógeno. El resto de los gases se denominan gases de “invernadero”.Algunos de ellos están compuestos por dióxido de carbono, metano y dióxido de nitrógeno.

Estos gases de invernadero retienen o absorben una especie de energía llamada infrarroja, calentando el aire, así como la superficie de la Tierra.

Este efecto es fundamental para la vida del planeta, ya que sin CO2 ni vapor de agua la temperatura de la tierra seria aproximadamente de 33°C menos

Científicos han llamado la atención desde hace varias años atrás sobre desequilibrios medio-ambientales, ya que estos son causados por la acción humana; se cree que la causa principal viene por quemas de combustibles, producción de químicos y la deforestación. Podríamos disminuir este gran problema utilizando energía renovable, produciendo así una disminución en el consumo de combustibles y aumentando la re forestación incrementando recursos naturales.

Consecuencias por el efecto Invernadero:

* Aumento de la temperatura media del planeta.
* Aumento de sequías en unas zonas e inundaciones en otras.
* Mayor frecuencia de formación de huracanes.
* Progresivo deshielo de los casquetes polares, con la consiguiente subida de los niveles de los océanos.
* Incremento de las precipitaciones a nivel planetario pero lloverá¡ menos días y más torrencial mente.
* Aumento de la cantidad de días calurosos, traducido en olas de calor.

Se ha comprobado que la temperatura de la tierra superficial se va incrementando cada vez mas, si esto continua de esta forma la temperatura media de la superficie aumentara por décadas. En la actualidad enfrentamos un cambio climático pero este es provocado por la humanidad, la industria automotriz y todo aquello q permite la supervivencia humana.

Que podemos hacer para evitar esto?

Entre muchos otros aspectos

1. Sustituyamos los aerosoles
2. Sembremos Arboles
3. Ahorremos energía eléctrica
4. Reciclar botellas, latas, vidrio, bolsas plásticas entre otros

No debemos pensar que es tarde para empezar a cuidar nuestro planeta, hagamos conciencia y cambiemos nosotros hoy para ver resultados mañana. espero que aun estemos a tiempo!

El Calentamiento Global pone en riesgo a los Arrecifes de Coral

La contaminación, la pesca excesiva y el cambio climático amenazan a los arrecifes de coral de todo el mundo. El denominado Síndrome de Banda Amarilla (YBD), una infección que afecta a colonias enteras de esta especie marina, se ve favorecido precisamente por el aumento de temperaturas en los océanos.

Si bien el calentamiento de las aguas no provoca esta enfermedad, sí que la intensifica y la vuelve más virulenta, según el hallazgo de un grupo de investigadores del Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI). Y es que al sufrir esta infección, los corales padecen daño celular y no consiguen asimilar el alimento, lo que suele ser letal para ellos.

Un coral está infectado por YBD cuando presenta unas franjas de color amarillo pálido o blanco a lo largo de la superficie. Los investigadores del WHOI lograron aislar las bacterias que causan la YBD. Se trata de un grupo de cuatro nuevas especies de Vibrio, que se combinan con las especies hasta ahora conocidas para atacar a las zooxantelas (algas unicelulares que viven simbióticamente con los corales y les proveen nutrientes).

Las culpables de la enfermedad son las mismas bacterias en todo el Caribe y en la mitad del mundo, según apuntó James Cervino, autor principal del estudio y miembro del departamento de Química y Geoquímica Marina de la citada institución. “La amplia distribución del grupo básico de Vibrio ayuda también a explicar la creciente incidencia del YBD en todos los océanos tropicales del mundo”, aclaró el investigador.

“Lo que tenemos son patógenos que afectan al coral y que genéticamente están muy cerca de los patógenos en mariscos”, explicó Cervino. Así, una de las bacterias Vibrio encontrada en corales también causa infecciones en langostinos, camarones y cangrejos. Asimismo, estas bacterias también se han relacionado lejanamente con el “Vibrio cholerae”, el agente patógeno humano que causa epidemias de cólera.

La infección YBD se desarrolla en temperaturas oceánicas normales, si bien las temperaturas más cálidas hacen aún más virulenta la enfermedad. “Contrariamente a lo que muchos expertos han asumido, esta enfermedad se produce independientemente de la temperatura del agua”, indicó Cervino. Sin embargo, cuando las temperaturas suben y los corales ya están infectados, la YBD se vuelve letal, concluyó el científico.

La población declinante de los pingüinos indica que los océanos del mundo están en dificultades

La población declinante de los pingüinos indica que los océanos del mundo están en dificultades, afirman los científicos.

Los pingüinos pueden ser la versión frígida del canario en la mina de carbón -que revela si hay gases tóxicos- con poblaciones animales afectadas por una combinación del calentamiento global, la contaminación petrolífera en los océanos, cardúmenes reducidos, turismo y desarrollo, según un nuevo estudio científico.

Una científica de la Universidad de Washington vinculó la declinación de los pingüinos en zonas remotas con el estado de los océanos del sur.

Ahora estamos viendo los efectos (del calentamiento y contaminación causados por los seres humanos) en los lugares más lejanos del mundo, dijo la bióloga conservacionista P. Dee Boersma, autora del informe publicado en la edición de julio de la revista Bioscience. Considerábamos que muchos pingüinos estaban seguros por estar lejos de la gente. Pero eso no es verdad.

Los científicos calculan que existen de 16 a 19 especies de pingüinos. Aproximadamente una docena enfrentan algún tipo de dificultades, escribió Boersma. Unos pocos, como el pingüino rey hallado en islas en el norte de la Antártida, están aumentando en número, agregó.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza enumera tres especies de pingüinos en peligro, siete en situación vulnerable -que significa que enfrentan alto riesgo de extinción en estado silvestre- y dos casi amenazadas. Hace unos 15 años, sólo de cinco a siete especies eran consideradas vulnerables, precisan los expertos.

Y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, que ya incluye una especie de pingüinos en su lista de especies en peligro, está estudiando si tiene que añadir otras diez.

La más numerosa colonia de pingüinos patagónicos en el mundo está en Punta Tumbo, Argentina, pero el número de parejas reproductoras allí disminuyó de las 400.000 que había a fines de los años 60 a 200.000 en octubre del 2006, precisó Boersma. A lo largo de un siglo, los pingüinos africanos han disminuido de 1,5 millón de parejas reproductoras a 63.000.

La declinación general no se debe a un solo factor.

Para los pingüinos Adelie, el calentamiento global en la península antártica occidental es un problema ya que les dificulta hallar alimentos, dijo Phil Trathan, titular de biología conservacionista en la Inspección Antártica Británica, científico prominente en el estudio de los pingüinos que no participó en el nuevo estudio.

Para los pingüinos que viven en las islas Galápagos, las pautas climáticas de El Niño constituyen un problema porque las aguas más cálidas obligan a los animales a viajar más lejos en busca de alimentos, descuidando a sus crías, observó Boersma. A fines del fenómeno récord El Niño de 1998, los pingüinos hembra sólo tenían el 80% de su peso normal. Los científicos han vinculado el cambio climático a las manifestaciones más intensas de El Niño.

Los derrames petroleros también contaminan las aguas donde habitan los pingüinos en las costas frente a Argentina, Uruguay y Brasil, y han contribuido a la declinación en la población de Punta Tombo, agregó la científica.

Crean un plástico biodegradable a partir de la piel del tomate

Investigadores del Instituto de Ciencias Materiales de Sevilla (CSIC-US) y de la Universidad de Málaga (UMA) han creado un plástico biodegradable procedente de la piel de tomate con aplicaciones en el campo de la alimentación y salud.

Los expertos andaluces tomaron como referencia el componente principal de la epidermis de la piel de este fruto: un biopoliéster denominado cutina que constituye la matriz de la capa cuticular que recubre la superficie de las hojas, tallos no lignificados y frutos de las plantas superiores. La función principal de este biopolímero es preservar la pérdida de agua desde el interior celular y de actuar como interfase entre la planta y el medio externo.

José Jesús Benítez Jiménez, responsable del proyecto, asegura que “la cutina se contempla como un producto biocompatible, biodegradable y no tóxico que la propia naturaleza emplea como capa protectora de frutos y hojas, y, por tanto, susceptible de ser adaptado artificialmente y empleado como material comercial para el envasado de alimentos”. “Sorprendentemente, y a pesar de formar parte de tejidos vegetales muy diversos, el proceso evolutivo ha conducido a que la composición química de la cutina vegetal sea muy homogénea”, subraya.

Entre las claves en el diseño de este nuevo material destacan las características bioquímicas en la formación de la piel. “Se trata de una ruta descrita que hemos empleado en la elaboración del producto final. Los monómeros, obtenidos con la manipulación de la piel en medio alcalino, poseen unas propiedades físico-químicas intrínsecas que lo convierten en los más adecuados para alcanzar el éxito en la operatividad del biopoliéster en el medio natural”, apunta. “Tan solo hay que someter este producto final a determinadas condiciones físico-químicas para obtener un plástico que se ajuste a nuestras necesidades”.

El material resultante es viscoelástico con un grosor “a la carta” y de color anaranjado. Es inocuo y biodegradable y su durabilidad es la misma que la de la piel del fruto. “En la actualidad estamos realizando pruebas mecánicas, de resistencia, elasticidad, transparencia y opacidad”.

El propio Benítez apunta que el material de partida –en este caso el fruto de tomate-puede ser otro bien distinto. “La materia prima es gratis, puesto que son desechos industriales de la industria alimentaria. No obstante, en un futuro probaremos con otras”, aclara.

Abundante y económico

Aunque la cutina es el material polimérico lipídico más abundante en la biosfera, y es conocido desde hace tiempo, su formación en las plantas a partir de los monómeros constituyentes no está bien descrita y se desconoce con exactitud en la actualidad.

Mecanismos basados en la participación directa o indirecta de una o varias enzimas sólo aportan datos sobre la síntesis de los monómeros en las células epidérmicas vegetales y sobre su transporte a la superficie de la hoja o fruto. Pero, una vez sintetizados los monómeros, se desconoce con exactitud cómo se ensamblan o unen químicamente entre sí para formar el biopoliéster cutina. En este sentido se ha aplicado una metodología basada en las técnicas de sonda de proximidad (SPM) que ha revelado dicha capacidad de interacción entre las moléculas de monómero.

La mayoría de los especialistas en cutícula vegetal aceptan un esquema en el que al final del desarrollo celular, y una vez depositadas las ceras cuticulares en forma cristalina en su parte más externa, comienza a generarse la cutina junto con la pared celular secundaria. Estas primeras capas de material de naturaleza lipídica que se depositan en la parte más externa de las células epidérmicas y que aparece en estadíos iniciales de desarrollo de las células epidérmicas de las hojas y frutos se denomina procutina. Se trata de una capa de estructura pseudolaminar y de espesor nanométrico que ha sido caracterizada por microscopía electrónica.

Bioconstruir la casa ideal a medida

Cada vez hay más opciones para construir una vivienda saludable a partir de materiales naturales y autóctonos que se ensamblan de forma artesanal, energéticamente eficiente y respetuosa con el medio ambiente. Ya es posible levantar esa casa ecológica donde se aprovechan el sol, el agua y el viento, en la que todo es reciclable y sus moradores encuentran la armonía. Su precio no tiene por qué ser superior al de una construcción convencional sino que, en numerosas ocasiones, resulta más barata.

La mayoría de las viviendas de hoy en día son un foco de derroche de recursos y energía, alteran el entorno natural y albergan numerosas sustancias tóxicas para nuestra salud. Estas se desprenden de los materiales nocivos con los que se han construido, como por ejemplo el cemento, que puede contener peligrosos metales pesados. También las pinturas y barnices derivados del petróleo emanan venenos volátiles como las cetonas, el xileno, el tolueno, etc..

Por su parte, los materiales de PVC incorporan en su producción elementos biocidas. Con todo, las atmósferas interiores pueden llegar a contener más de 900 sustancias químicas, partículas y materiales biológicos con potenciales efectos perniciosos sobre la salud y ser fuente de asma, alergias o cáncer. Al final, la construcción basada en el cemento y el asfalto supone una amenaza para la vida y el bienestar.

Por el contrario, la bioconstrucción crea hábitats respetuosos con el medio ambiente y la salud. Supone la vuelta al conocimiento ancestral que permitía a nuestros antepasados habitar viviendas sanas y ecológicas. Casas artesanales levantadas a base de piedra, tierra y madera del lugar sin esquilmar los ecosistemas. Sus principios básicos son el ahorro de energía, la reducción de la contaminación atmosférica y electromagnética, evitar los materiales tóxicos y maximizar el reciclaje.

Al utilizar materiales ecológicos se reducen las emisiones de CO2, se ahorra dinero y se vela por la salud de las personas y del planeta. El resultado es una vivienda ecológica y sana con todos los adelantos modernos, sin emisiones nocivas y donde el gasto energético es menor al de una casa convencional gracias al diseño bioclimático.

A la hora de concebir una casa ecológica, en primer lugar conviene acudir a la geobiología para localizar y corregir las zonas geopatógenas que alteran nuestro metabolismo y perjudican nuestra salud. Por ello, deben evitarse las influencias perturbadoras de las radiaciones de los diferentes campos electromagnéticos artificiales (torres de alta tensión, transformadores, tendidos eléctricos, estaciones de telefonía móvil…) o naturales como las fallas geológicas, capas freáticas por las que discurren corrientes de agua subterráneas, emanaciones de gas radón etc..

Es esencial escoger el terreno más saludable, buscar la mejor orientación de la vivienda para el aprovechamiento solar y diseñarla para neutralizar los puntos geopatógenos o minimizar la exposición a ellos de sus ocupantes, al tiempo que se establecen las zonas que por sus características telúricas permitan tener espacios armoniosos y equilibrados.

Para ello, es fundamental una correcta ubicación de los espacios y los huecos ya que permitirá un óptimo aprovechamiento pasivo de la energía solar y de los vientos predominantes. Esto se traduce en un importante ahorro energético, además de garantizar espacios iluminados, agradables y sanos, con lo que se mantiene a lo largo del año un clima confortable y saludable con un mínimo aporte exterior de energía.

Tras la valoración del terreno y sus características geográficas, el clima y la cultura del lugar, se lleva a cabo un proyecto acorde con el entorno y las necesidades de los futuros ocupantes.

Un arquitecto especializado en bioconstrucción realizará el diseño bioclimático, consistente en lograr que el planteamiento de la vivienda o edificio sea adecuado para el clima y las condiciones del entorno, con el fin de conseguir una situación de confort térmico en su interior.

Los aspectos que intervienen en el diseño bioclimático son: la orientación del edificio, los elementos arquitectónicos, los materiales utilizados (aislantes, etc.), y la apertura de ventanas, para conseguir una eficiencia energética óptima.

AHORRO ENERGÉTICO

Junto con los otros factores, una orientación indicada para la captación solar y aleros para proporcionar sombra en los meses estivales, evita en ocasiones la instalación de sistemas de calefacción y refrigeración.

Se puede ahorrar hasta un 70% del consumo energético en calefacción y refrigeración utilizando técnicas de conservación: mejor aislamiento térmico, ventanas de doble cristal y sellado hermético, buena orientación, materiales “duros” absorbentes del calor en el interior, vegetación apropiada en el exterior para evitar viento en invierno y buena sombra sobre las paredes de la vivienda en verano, buena ubicación de terrazas y patios, etc.

Pero, en primer lugar, habrá que planificar el mínimo uso de energía para construir la propia vivienda, utilizando sistemas constructivos sencillos, basados en técnicas tradicionales y recursos y materiales localmente disponibles.

A continuación, habrá que escoger bien los materiales. En el norte, deberán tener propiedades térmicas que capten y almacenen el calor, como por ejemplo el adobe. En cambio, en el sur se evita el sobrecalentamiento mediante el encalado blanco de las fachadas y la ubicación estratégica de los patios.

Además, la casa ecológica debe disponer de una instalación eléctrica que cuente con una buena toma de tierra, que tenga forma de espiga y no coloque cables y enchufes en la cabecera de las camas para evitar los campos electromagnéticos que alteran el descanso y a la larga la salud. Los cables libres de halógenos son ideales para todo tipo de instalaciones eléctricas porque tienen una reducida emisión de gases tóxicos y una baja emisión de humos opacos, nula emisión de gases corrosivos, y evita la propagación de la llama y del incendio.

La instalación de paneles solares para el agua caliente y la calefacción resulta esencial para ahorrar dinero y emisiones de CO2. Para mejorar el ahorro, la vivienda deberá servirse de electrodomésticos de alta eficiencia (ahorro de 2/3 del consumo de los convencionales), bombillas de bajo consumo y reducir el uso de alógenos. El aislamiento térmico de las tuberías también evitará pérdidas de calor.

Otro complemento al suministro eléctrico del hogar son las microturbinas eólicas colocadas en el tejado y que en un día ventoso podrían generar el 30% de la electricidad que consume la vivienda. Un nuevo modelo esférico, de 1 o 2 metros de diámetro, aprovecha a su vez los vientos flojos, por lo que muy pocas veces está parado y lo hace hasta un 40% más eficiente. Su forma de batidora de huevos gira más silenciosamente que las turbinas de palas porque se mueve el paralelo al viento con lo que no supone una molestia para los vecinos.

Como suplemento en el ámbito eléctrico es recomendable colocar interruptores de campo cerca de las áreas de descanso, ya que evitan la contaminación con los campos electromagnéticos nocturnos.

Por otro lado, la geotermia es otra opción para obtener calor, frío y agua caliente sanitaria sin importar la temperatura exterior, las 24 horas del día, todo el año. La bomba geotérmica aprovecha la energía almacenada en la tierra y se puede instalar dentro de la casa sin que sea necesario ningún tipo de ventilación o chimenea. No sufre el desgate de las maquinas que están a la intemperie, por lo que su vida útil es muy prolongada. Al no tener lugar ningún proceso de combustión no se genera CO2, su rendimiento puede ser hasta 4 veces superior al de una caldera convencional y el gasto hasta un 75% inferior. El inconveniente se presenta cuando en la parcela no hay espacio suficiente para realizar la perforación necesaria a 150  o 200 metros de profundidad. También puede ocurrir que la composición del terreno haga que el costo de la perforación sea demasiado elevado.

APROVECHAMIENTO Y RECICLAJE DEL AGUA

Además de implementar dispositivos de ahorro en  la grifería de la casa para reducir el consumo de agua, en el hogar se pueden reciclar las aguas grises (provenientes del lavabo, la ducha y la lavadora), las aguas negras (procedentes del inodoro y el fregadero) y además aprovechar el agua de la lluvia.

El tratamiento de los tres tipos de agua es diferente y por tanto requieren circuitos hidráulicos separados que idealmente deberían instalarse cuando la vivienda está en proceso de construcción (agua potable, agua reciclable y agua reciclada).  El tratamiento de purificación mediante rayos láser no genera agua potable pero puede utilizarse para el riego del jardín, la limpieza de suelos y vehículos e incluso para la lavadora.

La FAO recomienda utilizar especialmente este agua resultante para el riego ya que el tratamiento las higieniza pero no elimina ni los fosfatos ni los nitratos que son la base de los abonos.

Para recuperar las aguas  grises y negras, también se puede instalar una depuradora biológica basada en los sistemas de auto depuración de los ecosistemas acuáticos y que cuentan con una fase anaeróbica y otra aeróbica.

El ahorro, la depuración mediante cadenas tróficas y el retorno al medio ambiente en óptimas condiciones son los principios que rigen la gestión del agua en la bioconstrucción.

El agua de la lluvia puede almacenarse en un cubo grande debajo de los canalones al aire o en un aljibe subterráneo conectado a la casa mediante tuberías y un sistema de filtrado a los puntos de consumo. Aprovechar las aguas pluviales recogidas desde el tejado de la vivienda es una forma excelente de reducir nuestro consumo de agua potable, ya que se puede utilizar para la cisterna del aseo, la lavadora (al ser muy bajo en contenido mineral necesitará menos detergente y suavizante) y para regar el jardín prácticamente sin tratamiento alguno. Un depósito con capacidad para 20.000 litros de agua o más proporcionará una gran autonomía en épocas de escasez de lluvia.

LOS MATERIALES

Al escoger los materiales de construcción, es importante tener en cuenta su procedencia, prioritariamente autóctonos para minimizar la huella ecológica, su calidad, la durabilidad y asegurarse que todos ellos son reciclables, no contaminantes y naturales y que su proceso de transformación sea reducido.

Los materiales a utilizar deben ser lo más naturales posible para que no emitan radiaciones, gases o partículas tóxicas. También deben ser impermeables al agua, permeables al vapor, conductores, que no alteren el campo magnético natural y que tras su vida útil sean fácilmente recuperados, reciclados o reutilizados en otra aplicación.

La lista es larga: tierra, piedra, barro, paja, arcilla, fibras vegetales, madera gestionada de forma sostenible y reciclada, azulejos, cristal, estucados de cal, morteros de cal, pinturas a base de aceites minerales y pigmentos naturales, protectores de madera como las ceras y aceites, mallazos de junco, bambú…

Para el aislamiento se utilizan materiales como el corcho, la arcilla, la celulosa, las fibras vegetales, el caucho, el cáñamo, la madera, el lino, las fibras de coco, la paja, la lana o el algodón con unos resultados excelentes.

Entre los materiales artificiales alternativos destaca el tejido de fibra de polipropileno, un termoplástico semicristalino, inerte, totalmente reciclable, cuya incineración no tiene ningún efecto contaminante y su tecnología de producción es la de menor impacto ambiental. Se utiliza como elemento separador de drenajes, como protector de las láminas impermeabilizantes y en las tuberías por su resistencia al calor y a los detergentes.

Los paramentos exteriores e interiores se trabajan con morteros de cal, yeso natural o arcilla. Las ventanas, puertas y vigas deben ser de madera tratada con sustancias naturales y proveniente de talas controladas y con certificación forestal.

Los pavimentos y revestimientos pueden ser de cerámica natural, a base de barro; mármol no tratado con resinas ni elementos contaminantes; linóleum a partir de materiales primos naturales y renovables; corcho; o madera.

El acristalamiento debe ser doble para lograr un buen aislamiento. Para ello se puede utilizar un vidrio interior de baja emisividad con la propiedad de reducir la transmisión energética y que está dotado en su superficie de una capa neutra de metales nobles, principalmente plata.

Las pinturas y barnices utilizados en toda la casa deben ser naturales, transpirables y no emitir gases tóxicos. A diferencia de las pinturas sintéticas, permitirán que el edificio respire y no se generen humedades ni condensaciones. En el mercado hay varias opciones ecológicas a precios asequibles.

Cada uno de estos materiales, combinados de forma armoniosa en un juego personal de colores, texturas y luces, contribuirá a diseñar el santuario particular que cada uno busca hacer de su hogar. Un hogar saludable, apacible y confortable en el que se percibirá el cariño que se ha puesto en su construcción, ese ingrediente esencial que ha quedado relegado en los tiempos que vivimos y que es preciso recuperar para nuestro bienestar.

LADRILLO DE CAÑAMO

Ideal en las construcciones bioclimáticas, el ladrillo de cáñamo está formado por fibras vegetales de cáñamo industrial, cal hidráulica natural y una mezcla de minerales. Reúne todas las funciones de un muro estructural como son la resistencia a las cargas y la protección contra incendios. Asegura una regulación automática de la humedad y su conductividad térmica lo convierte en un material con gran capacidad aislante frente al frío y el calor. Por ello, se trata de un material muy recomendado en zonas del sur de Europa donde se alternan temperaturas extremas de calor y frío.

La fibra de cáñamo no contiene proteínas nutritivas para parásitos animales o que ocasionan podredumbre y por tanto no exige tratamientos previos. Además, combinada con la cal hidráulica se protege de la humedad y gana una defensa extra ante el ataque de hongos y parásitos vegetales.

La producción del ladrillo de cáñamo es muy sencilla, puede ser molido y reutilizado y sirve tanto para levantar muros estructurales en cualquier tipo de edificación como para la formación de tabiques interiores. En la fachada puede ir recubierto de piedra natural, puede formar muros decorativos sin revestir y puede complementarse con entramado de madera.

El cáñamo es una planta multiuso de crecimiento rápido. Con su cultivo, que por su resistencia no necesita ni herbicidas ni pesticidas, mejoran los suelos y se reduce la contaminación ambiental.

LA CASA DE PAJA

La primera casa de fardos de paja revocados fue construida hace 130 años y en Estados Unidos existe una docena de ellas ya centenarias que todavía están habitables.

La construcción de paja es una manera barata y rápida de conseguir una vivienda acogedora y práctica. Existen diferentes maneras de levantarla: utilizando la paja como muro de carga; sirviéndose de postes o columnas para soportar el peso del tejado; combinando ambos sistemas.

Un muro a base de fardos puede llegar a soportar 1.000kg/m2, si bien para evitar abultamientos hay que tener en cuenta el potencial de comprensión del material dependiendo del peso, algo que ya viene explicado en manuales. Para su correcta disposición se utilizan estabilizantes horizontales y verticales y estacas de madera para unir los fardos.

Una vez colocadas todas las balas se ha de rellenar con paja suelta los huecos que hayan quedado. Después se revoca toda la estructura de tierra y se evita así la entrada de aire. Si además se cubre de cal el exterior, la resistencia al fuego de la casa se situará entre los 90 y los 120 minutos, dependiendo del grosor del acabado final.

La densidad de las balas va a determinar su conductividad térmica, mientras que el flujo del calor dependerá de la disposición vertical u horizontal de las fibras. A diferencia de los  materiales de componentes minerales, el nivel de humedad de la paja apenas va a variar su comportamiento térmico.

Como la paja no tiene capacidad de almacenar energía, se le proporciona un acabado en tierra, se ponen suelos de cerámica maciza o se hace una fachada sur a base de tierra o de cualquier otro material con mucha masa.

La humedad es el principal enemigo de las casas de paja. Para evitar la que sube del suelo se puede colocar una lámina aislante sobre él. Previamente, conviene elevar las balas de paja con un sobre cimiento o zócalo de 40 o 50 cms. que las protejan de las acumulaciones de agua consecuencia de la lluvia. Mientras, un correcto aislamiento de las paredes exteriores y del techo que reduzca el enfriamiento de las paredes interiores limitará la condensación que da lugar al depósito de gotas de agua, manchas de humedades y a la proliferación de los perniciosos hongos.

Las ciudades, principales causantes del cambio climático

El Banco Mundial ha presentado un informe hoy en la Cumbre del Clima de Cancún (México) que demuestra que los habitantes de las ciudades son responsables de al menos el 80% de todas las emisiones de gases de efectos invernadero y se enfrentan a los impactos del cambio climático.

El informe Ciudades y Cambio Climático: una agenda urgente señala que más del 80% de los costes de adaptación al cambio climático (entre 80.000 y 100.000 millones dólares americanos al año) correrán a cargo de las áreas urbanas. Pero el cambio climático ofrece a las ciudades nuevas oportunidades para cambiar de rumbo, desarrollar nuevas políticas y comunidades sostenibles.

“Muchas ciudades de todo el mundo, como Nueva York, México Ciudad, Amman o Sao Paulo no esperan a que emerja un tratado global y comprensible sobre el clima, ya están tomando acciones contra el cambio climático”, explica Andrew Steer, enviado especial para el Cambio Climático del banco Mundial.

Según Steer, estas ciudades están demostrando como actuar para la adaptación, la mitigación, los servicios y la reducción de pobreza a través de ideas astutas y de iniciativas locales. “Pero necesitan el apoyo de sus gobiernos y de la comunidad internacional”, asegura el experto.

El informe muestra la necesidad de actuar ahora y proporciona evidencias de que el estilo de vida y la forma de las ciudades tiene un impacto en las emisiones de CO2. Las emisiones de CO2 per capita en Barcelona son menos del cuarto de las producidas por Denver (EE UU). Las de Sao Paulo y Rio de Janeiro (Brasil) son inferiores a 2,1 toneladas de CO2 per capita.

El tamaño de la ciudad influye

La extensión de las ciudades es una de las principales contribuciones a las emisiones. Más de la mitad de las personas de todo el mundo viven ahora en áreas urbanas, una proporción que crece rápido. Solo las 50 ciudades más grandes del mundo tienen más población (500 millones de personas) mayor que todo EE UU, y se estima que emiten cerca de 2,606 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, siendo la tercera potencia emisora de CO2 después de EE UU y China.

Los expertos proponen esfuerzos de cooperación como el realizado recientemente por México Ciudad y la asociación de grandes ciudades. El Banco Mundial demuestra así que trabajando unidas, las ciudades pueden actuar rápido frente al cambio climático.

El programa De Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Naciones Unidas Habitat y el Banco Mundial han creado un plan de trabajo para proporcionar asistencia más coordinada y más rápida a las ciudades. Las organizaciones de ciudades están creciendo ahora.

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